2012/06/20

Apuntes sobre antroponimia medieval .1.



Denis Jean Achille Luchaire (1846-1908) fue un historiador medievalista y filólogo francés al que los estudios vascos deben un gran reconocimiento por su ingente trabajo. En dos libros, Les origines linguistiques de l'Aquitaine (1877) y Études sur les idiomes Pyrénées de la région française (1879) y en un gran número de artículos en revistas científicas dejó plasmadas sus investigaciones sobre la relación entre el euskera y la lengua de las inscripciones de la antigua Aquitania por una parte y entre el euskera y la lengua gascona por otra. Estas investigaciones han sido altamente apreciadas por los filólogos vascos, y por ejemplo el profesor Koldo Mitxelena, además de consignar algunas de sus aportaciones, hace una alabanza explícita de su obra: “Achille Luchaire, que además de hacer la historia de la lengua vasca en periodos decisivos, nos enseñó cómo hacerla a los demás, sobre todo por lo que se refiere a la Antigüedad y a la Edad Media” (Obras completas, V, 190).
En un artículo publicado en 1881 en la Revue de linguistique et de philologie comparée de Paris y titulado “Sur les noms propres basques contenus dans quelques documents pyrénées des XIe, XIIe et XIIIe siècles”, Luchaire estudió los nombres de persona euskéricos que pudo encontrar en los documentos medievales del área circumpirenaica occidental.  Muchos de estos nombres los encontró en los legajos del Archivo del Reino de Navarra, como él dice, en Pamplona, donde pudo revisar diversos cartularios medievales, entre ellos el cartulario del monasterio de Fitero, en un manuscrito del siglo XIII, según nos cuenta.

Estos son los nombres de persona euskéricos que encontró en dicho cartulario:

AMA SEMENA, donde encontramos ama ‘madre’. Cart. de Fitero, fº 11, finales del s. XII. Luchaire lo compara con mater usado como nombre propio en el cartulario de Sainte-Foy de Morlaas: uxorem Matrem Brune. Por otra parte, aunque Luchaire no lo explica, Semena es una feminización romance de Semeno, compuesto de seme `hijo’ y sufijo –no formador de nombres hipocorísticos y diminutivos, equivalente por tanto a `hijito’, `hijita’, pero aquí ya con un uso des-semantizado.
GARCIA OCHARR, con ozar (oxar, ochar) `perro’. Cart. de Fitero, fº 48, 1174. García es también de origen euskérico, de gartzea `joven’, pero como en el caso anterior de uso muy amplio como nombre propio. "Existe un término conocido en labortano (con inclusion del baztanés) y en bajo- navarro, ozar 'perro', con valores adjetivos que parecen claramente secundarios como 'arrogante, desabrido', etc. Si se recuerda que de una parte (h)or 'perro' -vivo todavía- ha sido común a todas las variedades vascas y de otra que za(h)ar, xa(h)ar 'viejo, viejito' es de uso general como segundo miembro de compuestos con matiz afectivo, se  impone como muy atractiva la idea de que ozar no fue en un principio más que un compuesto con valor aumentativo, algo así como 'perrazo' cuyo diminutivo *oxar parece estar atestiguado por el antropónimo medieval Oxarra. (En nota: Como ya vio Luchaire: "Sur les noms propes basques...")". Koldo Mitxelena, Obras Completas, V, 62-63 

JOHANNES GUCHIA, donde guchia equivale a `pequeño’. Fitero, fº 48 vº, finales del siglo XII.
GARCIA ZAPATA, Cart. de Fitero, fº 28, escritura de 1194. Zapata ‘zapato’ es, claro está, préstamo del romance, lo cual puede hacer surgir alguna duda sobre su inclusión en esta lista.

Que estos nombres aparezcan en los documentos del monasterio de Fitero no quiere decir estrictamente que sus portadores fueran habitantes de la villa de Fitero, que como tal no se desarrolló hasta el siglo XIV, o de su antecesora la villa de Castellón en cuyo solar, a orillas del río Alhama, se erigió el monasterio de Fitero después de unos años de asentamiento en el lugar vecino de Nienzebas. En general son nombres de personas relacionadas con el monasterio al haber participado en actos de compraventa, en donaciones, etc., como parte o como testigos de ellas. Pueden ser vecinos de los pueblos de alrededor o más lejanos. Forman parte seguramente del contigente de repobladores euskaldunes que se instalaron en esta parte del valle del Ebro a partir del año 1119.

La onomástica citada por Luchaire puede verse ahora en: Cristina Monterde Albiac Colección diplomática del monasterio de Fitero (1140-1210), Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja, 1978.



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