2019/10/25

El barroco corellano: Inquisición, contrabando y tráfico de esclavos


Este fin de semana se celebran en Corella las decimoquintas Jornadas Barrocas. No tengo nada, vaya por delante, contra estos eventos surgidos de las actividades de las Oficinas de Turismo, que en los últimos años van tomando auge en la geografía de nuestro entorno. Suponen, supongo, una promoción turística para las diferentes localidades, se realizan actos culturales que de otra manera no se harían, y si la gente se lo pasa bien, eso es lo más importante, pues estupendo.

Sin embargo tienen una vertiente que no me acaba de convencer y es cierto encasillamiento de la historia de cada localidad en un periodo concreto de su historia, como si la historia de cada localidad pudiera acotarse a una característica o circunstancia exclusiva, pero ni Fitero es sólo su monasterio, ni Cascante es sólo su época romana, ni Corella es sólo su Barroco. Se puede aceptar que es este un mal menor que se podría subsanar con otro tipo de actividades culturales. Entiendo que resulta más sencillo, por ejemplo, explicarle al turista, al visitante, el auge económico de Corella en el siglo XVIII a la vista de los palacios barrocos que todavía se mantienen en pie, que explicarles la importancia que tuvo el castillo de Corella para Navarra, haciendo una visita a la Conejera, que es un espacio hoy degradado aunque fuera en su día el nucleo originario de lo que con los siglos llegaría a ser Ciudad.

Lo que acepto peor es que este tipo de eventos sirvan para falsear la Historia. Parece existir cierta tendencia a blanquear la Historia, a despojarla de sus claroscuros, a esconder a sus verdaderos protagonistas. Esto es lo que he sentido al leer en la prensa las declaraciones de una edil corellana, cuando en la presentación de estas jornadas se le preguntaba qué tiene de especial el Barroco en Corella. La respuesta era "Debemos recordar que durante el año 1711 Felipe V, su familia y la Corte Real fijaron su residencia en Corella debido al posicionamiento de ésta a favor de la dinastía de los borbones en la Guerra de Sucesión; ello tuvo un impacto social, cultural, económico y político importantísimo para la ciudad". Esto es absolutamente falso.

En primer lugar la llegada de Felipe V y su séquito a Corella fue un hecho totalmente fortuito y de ninguna manera fue la causa del desarrollo económico de Corella. En todo caso supuso algún beneficio para algunas familias nobles pero para la mayor parte de la población solo molestias. Corella ya había experimentado un gran auge demográfico y económico durante el siglo XVII: había comprado su título de Ciudad, había comprado su parte en el congozo de Bardenas, había erigido una nueva parroquia, había reconstruído y ampliado la iglesia de San Miguel (financiadas con impuestos sobre los consumos), había sido sede de las Cortes de Navarra, etc...

Desde luego Corella no se posicionó a favor del pretendiente francés en esa guerra llamada de Sucesión, fue la Diputación del Reino por miedo a ver desaparecer sus Fueros como ocurrió en Aragón y Cataluña. El pueblo sólo sufrió calamidades y muchos de los navarros obligados a enrolarse a favor del ejército francés optaron por la deserción. Se pueden hacer todos los teatrillos que queramos, pero estos no deberían ocultarnos la realidad histórica. Si hoy, trescientos años después recordamos y exaltamos aquel hecho es solamente por una elección ideológica. ¿Por qué no se recuerda aquella asamblea de 1429 en que los corellanos y corellanas supervivientes juraron reconstruir su pueblo delante de las ruinas de una Corella arrasada por los ejércitos castellanos? Sin aquella valiente decisión hoy no existiría nuestra Ciudad. ¿Por qué se enaltece la figura de un monarca absolutista, déspota cruel, que simplemente estuvo de paso por nuestra Ciudad? No es difícil de dilucidar.

El Barroco es parte de nuestro patrimonio histórico y arquitectónico, sí, reflejo de un poderío económico del que conviene también conocer las causas y las circunstancias. El Barroco como su pintura, tiene muchos claroscuros.

Casi todos los palacios barrocos son del siglo XVIII, pero desde luego no toda la población de Corella vivía en palacios. Estos los levantaron una élite de nobles y comerciantes ennoblecidos que debieron su fortuna a un hecho definitorio de la historia de Corella, la frontera con Castilla. Si en siglos anteriores la frontera había supuesto la guerra, los conflictos, la destrucción,  en el siglo XVIII  aquella frontera trajo la riqueza a los oligarcas corellanos y a los comerciantes llegados de fuera. ¿Qué hizo aquella época tan especial? Corella era la aduana de la ruta de contrabando más importante de Europa en aquél siglo, que unía Cervera del Río Alhama y Bayona.

Quien quiera profundizar sobre el tema puede leer los trabajos del historiador  de la Universidad de Zaragoza Fco. José Alfaro Peña. Como él dice "en apenas unas décadas algunas personas amasaron inmensas fortunas que repercutieron en el arte, la ostentación, el lujo y como no, en la desigualdad". Desigualdad que quiere decir pobreza y también represión contra los pobres. Porque aquellos comerciantes además de ostentar el poder local contaban con un instrumento que, inventado para imponer la ortodoxia por medio del terror, era al fin y al cabo el medio idóneo para controlar a la población. Manuel Sagaseta de Ilúrdoz, Pedro Nolasco, Miguel de Escudero, Díez de Ulzurrun, los Sesma, los Sanz, aquellos comerciantes ennoblecidos que construyeron palacios barrocos, eran funcionarios (alguaciles y familiares) de la Inquisición, que mantenían el orden por medio de la constricción y la tortura.

También llegaron fortunas desde América, amasadas con la explotación de sus naturales y el expolio de sus riquezas. Y en el caso de una familia que ha dado mucho que hablar, los Aguado, presumiblemente amasada con el tráfico de esclavos

Disfrutemos de estos días de celebración barroca, cómo no, pero dejémonos de blanquear la Historia, nuestra Historia.







¿Quién construyó Tebas, la de las siete Puertas? En los libros aparecen los nombres de los reyes.
¿Arrastraron los reyes los bloques de piedra?
Y Babilonia, destruida tantas veces, ¿quién la volvió siempre a construir?
¿En qué casas de la dorada Lima vivían los constructores?
¿A dónde fueron los albañiles la noche en que fue terminada la Muralla China?
La gran Roma está llena de arcos de triunfo. ¿Quién los erigió?
¿Sobre quiénes triunfaron los Césares?
¿Es que Bizancio, la tan cantada, sólo tenía palacios para sus habitantes?
Hasta en la legendaria Atlántida, la noche en que el mar se la tragaba, los que se hundían, gritaban llamando a sus esclavos.
El joven Alejandro conquistó la India.
¿Él solo?
César derrotó a los galos.
¿No llevaba siquiera cocinero?
Felipe de España lloró cuando su flota fue hundida. ¿No lloró nadie más?
Federico II venció en la Guerra de los Siete Años
¿Quién venció además de él?
Cada página una victoria.
¿Quién cocinó el banquete de la victoria?
Cada diez años un gran hombre.
¿Quién pagó los gastos?
Tantas historias.
Tantas preguntas.

Bertolt Brecht. Preguntas de un obrero que lee


2019/10/21

ESPACIOS PARA EL PATRIMONIO DE NAVARRA. EL EUSKERA EN LA RIBERA

V. Simposio de Patrimonio, Paisaje y Globalización
Del 4 al 27 de octubre de 2019
IRUÑEA-TUTERA
(Si quieres descargar la presentación de mi ponencia, clica aquí)

1.- El euskera como patrimonio cultural de Navarra es algo comúnmente aceptado por todos, incluso por sus enemigos. Sin embargo a veces no resulta algo obvio cuando hablamos de la Ribera.

2.- Hace 20 años se publicaba el libro “El euskera en la Ribera de Navarra” en el que argumentábamos que el paisaje cultural de la Ribera no puede entenderse sin el euskera. Los tres hilos de esta argumentación eran:

La ubicación de la Ribera en la historia del euskera.
 
El patrimonio euskérico en el léxico popular, la toponimia y la antroponimia histórica.
 
El movimiento cultural euskaltzale de los siglos XIX y XX.
 
3.- Las investigaciones que se han ido realizando desde diversos ámbitos nos permiten revisar o enriquecer aquella argumentación. Uno de los temas en que se ha llegado a un mayor consenso es la superación de la vieja dicotomía entre ager y saltus vasconum según la cual el Ager, o sea la Ribera se habría romanizado completamente mientras que el Saltus, la Montaña, habría permanecido aislado, siendo esta la causa de la pervivencia del euskera.
 
Para la superación de esta idea ha sido fundamental la comprensión de las dinámicas históricas a partir de dos conceptos, el de etnificación y el de etnogénesis, como iremos viendo a continuación.
 
4.- Cuando se habla de etnificación se entiende que los vascones, que aparecen en la historia en el primer tercio del siglo primero antes de nuestra era, fueron una etnia creada por Roma con fines administrativos.
 
 
Etnificación, tal como explica el historiador Agustín Azkarate, hace referencia a las segmentaciones y rotulaciones que las potencias coloniales imponen como resultado de las relaciones asimétricas y en el marco de sistemas de dominación.
5.- Las tendencias historiográficas actuales hablan de “deconstrucción de los vascones” y revisan antiguas ideas esencialistas sobre esta etnia. Esta revisión me parece en general positiva, aunque a veces tienden a despreciar un elemento fundamental que es la lengua. Se puede poner como ejemplo los trabajos del profesor universitario Javier Andreu Pintado, que ha organizado diversos simposiums sobre los vascones, para el cual el euskera antiguo era muy minoritario entre los vascones y lo considera más bien como una lengua importada desde Aquitania siguiendo las tesis de la vasconización tardía, últimamente tan de moda.
6.- En contraposición a estas ideas desde hace tiempo se conoce un conjunto de antropónimos de lengua vasco-aquitana en la margen derecha del Ebro, en las Tierras altas de Soria:
Sesenco, Onso, Onse, Lesuridantaris, Oandissen, Haurce, Belscon, Agirseni, Arancisis, Ar […]thar, Attasis.


Esta onomástica ha sido estudiada recientemente en la tesis doctoral de Eduardo Alfaro Peña Oppida y etnicidad en los confines septentrionales de la Celtiberia, y está avalada por el especialista en lengua vasco-aquitana Joakin Gorrotxategi.
7.- Eduardo Alfaro Peña asocia la onomástica de las estelas sorianas con el fenómeno de la trashumancia que pondría en relación los estivaderos de los altos valles del Cidacos, el Linares y el Alhama con los invernaderos de las ciudades vasconas de Kalagorris y Graccurris junto al Ebro
8.- En apoyo de estas tesis tenemos un posible vestigio toponímico, Erga, que encontramos, junto a Alfaro, la antigua Gracurris, y también junto a Irurtzun, cerca de la antigua Aracelli, y al otro lado de los Pirineos.
Monte Erga/Yerga, cerca de Alfaro, Graccurris
Monte Erga, junto a  Irurtzun, Aracaeli
 
Montsérié, Bigorre, cabe Civitas Convenarum ERGE DEO (Ergae?)
9.- Esta sería en conjunto el área de la onomástica vasco-aquitana, que además podemos extender hasta casi Zaragoza. 

 
10.- De aquí podemos concluir, tal como hace Alfaro Peña, que tal vez una de los elementos que Roma tuvo en cuenta para definir a los vascones fue el carácter predominante de esta lengua en el territorio que les asigna.
Por otra parte las ideas de Alfaro Peña se avienen con los estudios sobre la Cataluña prerromana en los que se ha subrayado la importancia de la trashumancia, con unas poblaciones que tendrían un territorio original centrado en las tierras bajas, donde se encuentran sus asentamientos principales y su residencia fija durante la mayor parte del año.
11.- Sobre la trashumancia en época antigua hoy se considera que la trashumancia constituye la solución pastoril de economías agrarias altamente desarrolladas, y tuvo un gran desarrollo en la Roma republicana
En la Península la arqueología ha puesto de manifiesto que los grandes oppida prerromanos que poseían un gran potencial agrícola, disponían de grandes recintos amurallados interpretados como encerraderos de ganado y la ubicación de muchos castros fortificados de la Edad del Hierro puede ponerse en relación con el control de rutas ganaderas.
El testigo arqueológico de la trashumancia entre el Valle Medio del Ebro y los Pirineos serían los cromlechs, mairu-baratzak, que corresponden a enterramientos de pastores desplazados a los pastos de verano desde las comarcas donde se constatan necrópolis de incineración. Un ejemplo sería el poblado de Cortes donde en las excavaciones del Alto de la Cruz se recogieron restos carbonizados de un recipiente de boca ancha con agujeros alrededor del borde que fue relacionado “con los vasos de madera utilizados para cuajar leche en el Pirineo Vasco”.
12.- En este mapa se puede ver la correspondencia entre el espacio circumpirenaico con necrópolis de incineración y cromlechs y el área cultural vasco-aquitana.

Contexto arqueológico del área cultural vasco-aquitana (en rojo, ubicación de los cromlechs)
13.- Resumiendo un poco podemos decir que la articulación del territorio que exige la trashumancia entre el Valle del Ebro y el Pirineo tuvo que ser un factor determinante en los procesos de etnificación de los vascones.
14.- El saltus vasconum estaba también en la Ribera, en la Bardenas. El autor latino Festo dice que saltus es donde hay bosques y pastos, y esto es lo que eran las Bardenas. 

 
Todavía no se ha estudiado suficientemente como se gestionaba este territorio en la antigüedad, si era de propiedad imperial, por ejemplo. En todo caso es necesario realizar una arqueología integral de este espacio singular.
15.- Algunos datos a considerar podrían ser los siguientes:
La relación entre cañadas y calzadas romanas, ya que según Mª Luisa GARCÍA GARCÍA “las cañadas destinadas al paso del ganado trashumante son las sucesoras de caminos romanos, mejor dicho los mismos caminos romanos”. En las Bardenas la gran mayoría de los restos arqueológicos de época romana detectados se sitúan junto a las cañadas.
Por otra parte los lugares relevantes en relación con la trashumancia son los puntos de paso obligados, como vados o puertos de montaña. Ptolomeo en el siglo segundo cita como ciudad vascona a Muskaria, que significa lugar abundante de moscas, y se identifica con el despoblado de Mosquera junto a Tudela, donde se podía vadear el Ebro y se situaba entre las ciudades vasconas de Cascantum y Cara. del Ebro entre Cascantum y Cara
También es significativo el topónimo Tutela, el nombre latino de Tudela/Tutera que está relacionado con la vigilancia, tal vez del vado o quizás del saltus bardenero. En otros lugares similares se mencionan tropas llamadas saltuarii. Tal vez aquí aquí estaban establecidas dichas tropas de este tipo. En cualquier caso la cañada entre Cara y Cascante debía ser muy importante como lo demuestra la torre de vigilancia ubicada en el paraje del Cantalar (Bardenas), datada en su primera fase en época altoimperial
16.- Para comprender la importancia de la trashumancia en época romana tenemos algunos datos de la península itálica. El escritor latino Marco Terencio Varrón en su obra De las cosas del campo escrita en el año 37 antes de nuestra era, habla del equilibrio necesario entre los pastos de invierno y de verano y hablando de las características de los pastores dice por eso en los bosques se puede ver a los jóvenes, usualmente armados... hombres conformados de tal manera que sean robustos y veloces, móviles, con miembros ágiles, que no solo puedan seguir al ganado sino también defenderlos de fieras y salteadores, que puedan montar la carga en los jumentos, que hagan incursiones, que lancen dardos
(Aymeric Picaud: Dondequiera que van un Navarro o un Basco, lleva siempre al cuello un cuerno de cazador y en su mano derecha dos o tres jabalinas que ellos llaman "auconas" -azkonak-. El Codex Calixtinus o Códice Calixtino es un manuscrito de mediados del siglo XII).
17.- Por esta y otras fuentes se conocen las insurrecciones protagonizadas por pastores, ya que el uso de caballos y armas, que les fue prohibida en época tardo-antigua, les otorgaba una cierta capacidad militar. En el siglo V pastor y bandido llegan a ser sinónimos. El poder imperial les considera en sus disposiciones como ladrones o esclavos fugitivos, y son acusados de todos los delitos. Esta “mala reputación” de los pastores es la que se refleja en la literatura de los aristócratas Ausonio y Paulino de Nola cuando mencionan a los vascones como gens barbara y se refieren a los Pirineos como iuga latronum, cumbres habitadas por los bandoleros.
18.- Y esto, ¿qué tiene que ver con el euskera?
Koldo Mitxelena, ya en 1981, explicaba que en los siglos V-VI se habría creado una koiné, el llamado vasco común o unificado antiguo, que es la lengua vasca actual, de la que derivaban los dialectos modernos. Para él estaba claro que la unidad lingüística siempre se impone por razones esencialmente extralingüísticas–“.
Recientemente Joseba Lakarra ha vuelto sobre el tema, matizando que hoy tenemos mejores conocimientos históricos gracias a los trabajos de los historiadores Agustín Azkarate, Iñaki Garcia Camino, Juan José Larrea y Mikel Pozo, y estableciendo una cronología más amplia para los cambios lingüísticos que llevaron a la formación del vasco común antiguo y la formación de los dialectos.
19.- Joseba Lakarra valora sobre todo el trabajo de Mikel Pozo, expuesto en su tesis doctoral Vasconia y los vascones de la crisis del Imperio Romano a la llegada del Islam (siglos V-VIII. Evolución sociopolítica y génesis de la gens effera. Este es el resumen de su tesis, en la que subraya el importante papel de las tropas del Iter 34 con arraigo en la zona, denominadas rusticani o bagaudas según el contexto. Los líderes de estos destacamentos salieron de la crisis del siglo V convertidos en los nuevos gobernantes del territorio. (Los vascones de los siglos VI y VII son el resultado de la evolución de estos dirigentes en un territorio periférico de los reinos franco y visigodo y abierto a la influencia de estos últimos. Los dirigentes (los vascones) contaban con débiles mecanismos de dominación interna, por lo que la guerra constituía una de sus principales fuentes de riqueza y prestigio.) Pero no existía una fragmentación absoluta, como lo demuestra el que los dirigentes del territorio compartían un mismo ritual funerario.
20.- Sobre este ritual funerario de los siglos VI y VII ha trabajado ampliamente Agustín Azkarate, al que se debe el mejor conocimiento de las necrópolis vasconas de estos siglos.
En Araba: Aldaieta, San Pelayo, San Martín de Dulantzi, Los Goros...
En Navarra: Pamplona (en la Catedral, en la Casa del Condestable, en Argarai), en Echauri, Muru-Astráin, Buzaga, Tafalla, Arróniz...
En Bizkaia: San Martín de Finaga, Santimamiñe...
Aunque son tumbas con armas, sin embargo Agustín Azkarate dice que no estamos ante tumbas de guerreros, sino ante la expresión ritualizada de un estatus y de una identidad social.

Recreación de una tumba de Aldaieta
21.- En estos trabajos de Pozo y Azkarate creo que se hace poca referencia a las bases materiales de esta etnogénesis vascona, por lo que creo que debe hacerse una relectura de los textos de la época.
Una fuente básica es Hidacio, obispo hispano-romano que escribió unas crónicas en las que relataba los sucesos de su tiempo.
A Asturius, jefe de las dos milicias, le sucede su yerno Merobaudes, (…) Durante su breve mandato quebrantó [en el 443] la insolencia de los bagaudas aracelitanos (Aracellitanorum frangit insolentiam Bacaudarum).
[En el 449] “Basilio, para demostrar su extraordinaria audacia, tras haber agrupado a los bagaudas (congregatis Bacaudis), [rusticani, pastores, en las Bardenas, atravesando el paso de Mosquera] mata a unos federados [visigodos] en la iglesia de Tarazona. León, obispo de esta iglesia, murió allí herido por las gentes de Basilio”.
22.- Las cuestiones que se plantean en estos textos son las siguientes:
¿Tan importantes eran los aracelitanos, una comunidad estipendiaria según Plinio, como para protagonizar semejante revuelta, que exige el envío desde Rávena de un magister utriusque militiae? Sólo se entiende esta noticia si sabemos que Aracelli, (Zamartze/Uharte Arakil) situada estratégicamente sobre la calzada que atraviesa los Pirineos occidentales que va de Burdeos a Astorga, es el centro geográfico y seguramente administrativo de una amplia región que abarca las sierras de Andía-Urbasa y Aralar, lugares de pastos a donde se trasladan los rebaños del Vallle del Ebro desdela protohistoria.
¿Qué une Aracelli y Tarazona? Una vía pecuaria que vadea el Aragón en Cara y atraviesa las Bardenas (sobre ella se sitúa la torre de vigilancia alto-imperial de Cantalar) que corresponde a la actual cañada Sierra de Urbasa/Andía-Tauste, (aunque el vado del Aragón se trasladó en la Edad Media al puente de Caparroso)
¿Dónde congregó Basilius a los bagaudas? Seguramente en las Bardenas. ¿Ejercía el obispo de Tarazona funciones de policía en el Valle del Ebro? ¿Se trata de una lucha de poderes locales por el control de los pastos de invierno?
La mayoría de los historiadores no han visto a los pastores, pero sin ellos es difícil explicar estos y otros hechos históricos.

 
23.- En otros textos tambien podemos percibir el carácter de los rusticani que menciona Pozo, más pastores que guerreros. En este de Gregorio de Tours se dice que los vascones que bajan de las montañas se llevan los ganados. En el de Isidoro de Sevilla se dice de ellos que están acostumbrados a recorrer las montañas y realizan correrías por el llano, mientras que en el de Julián de Toledo se mencionan sus anchos campos y sus fortalezas.


Grégoire de Tours (587) “Pero los vascones (Wascones) descolgándose de pronto de sus montañas descienden hasta la llanura, arrasando los viñedos y tierras de labor e incendiando las casas se llevaron consigo algunos cautivos juntamente con los ganados (cumpecoribus)”.
Isidoro de Sevilla: (621) “Hizo también al comienzo de su reinado una expedición contra los vascones, que con sus correrías infestaban la provincia Tarraconense; en aquella ocasión estos pueblos, acostumbrados a correr por las montañas (ubi adeo montivagi populi), fueron víctimas de tal terror ante la llegada de Suintilla […] suplicantes le dieron rehenes.
Julián de Toledo: (673) El rey Wamba “entró con todo el ejército por tierras de Vasconia donde, durante siete días, por todas partes llevó a cabo la destrucción en sus anchos campos, la hostilidad a las fortalezas y el incendio a las casas (per patentes campos depraedatio et hostilitas castrorum domorumque incensio) con tal rigor, que los mismos vascones, depuesta la fiereza de sus ánimos, entregados rehenes, […] pagados los tributos, [fue] ajustada la paz”.
24.- De los textos se pueden deducir las siguientes ideas sobre la etnogénesis de Vasconia en los siglos cuarto a séptimo.
Partimos de una fuerte expansión de la economía en los primeros siglos de nuestra era, con un gran peso de la ganadería trashumante (de ganado mayor), más explotación de la madera, minería, pesquerías, canteras, creación de villas en todo el territorio...
Surgen tempranamente élites pastorales, que son las que reflejan su onomástica autóctona en un contexto latino. A través de estas élites se va afincando un control del territorio por poderes locales (rusticani), que está surcado por dos grandes autopistas, que son las calzadas que van de Astorga a Burdeos y de Tarraco a Astorga, y una red de cales, cañadas, que articulan todo el territorio.
A partir del siglo 3º o 4º se da una progresiva descomposición de las estructuras del Estado Romano (que sufre una serie decrisis económicas, crisis de legitimidad, crisis migratorias, etc...)
Posiblemente en esos momentos se produce algún tipo de alianza entre las élites de las ciudades y las élites pastoriles, que tiene como consecuencia nuevas estructuras sociales y de organización militar, que a su vez lleva a una relativa independencia frente a los poderes franco y visigodo.
En este contexto se produce una koiné de las hablas de esas élites pastorales que dará lugar a la lengua vasca común.
25.- Las Bardenas y su entorno se ubican en el ámbito vascón, aunque con particularidades que se acentuarán con la “invasión” musulmana y la institucionalización política del Reino de Pamplona. En todo caso es sintomático que entre los primeros documentos del reino de Pamplona encontremos en el 882 la concesión a los roncaleses de derechos sobre las Bardenas. También podríamos interpretar las alianzas de los Banu Qasi y los reyes de Pamplona en base a compartir los pastos de invierno de las Bardenas. Y cuando se va instalando un progresivo control de la Iglesia sobre los pastos y las rutas pecuarias (San Miguel de Aralar, Roncesvalles, Leyre, La Oliva, Irache, Fitero), este se extiende por todas las tierras de Vasconia.
26.- A partir de estos siglos se observa a través de los documentos Un pueblo que se expresa por escrito en un idioma que no es el que habla.
En un documento de donación de 1046: «quendam montem qui dicebatur rustico vocabulo Ataburu»: «Soto uno qui dicitur a rusticis Aker Çaltua. Nos possumus dicere Saltus ircorum, Soto de ueco»
En documentos del monasterio de Leyre de 1060 y 1085, «Unam terram que est in loco quod dicitur in basconea lingua Mussiturria» (una tierra que está en el lugara llamado en lengua vascona Mussiturria); «Vineam que est in loco quem bascones vocant Ygurai mendico».
Pergamino de San Miguel de Aralar fechado en 1167 se lee: «... quod Orti Lehoarriç faciet ut lingua navarrorum dicitur unamaiçter. [< magister (pecorum)] et Aceari Umea faciet buruçagui [< (abel)buru-*zani] quem voluerit..»
27.- Sobre la extensión del eukera en la Edad Media, Patxi Salaberri nos ofrece este mapa de Jimeno Jurío de 1997 en que se ve que el euskera llegaba hasta el Ebro por la parte occidental, y por la parte oriental han aparecido nuevos documentos como el Libro de Pechas de Murillo el Fruto (de 1400) transcrito y estudiado por Patxi Salaberri y Peio Monteano, con toponimia nítidamente euskérica que lleva los límites del euskera hasta el río Aragón, pero que se prolongaría hasta el Ebro por las Bardenas.

 
28.- Puesto que en las Bardenas también encontramos nombres claramente identificables por el euskera, por ejemplo:
EL BELCHO, LANDAZURIA, LANDARREGIA, MONTEARTEA. o Montealtea, PISKERRA, SARDABILLA, SARDAZURIA... 

Piskerra
(Además de otros nombres de posible raigambre euskérica, hay una serie de topónimos euskéricos de origen antroponímico, esto es, que se crean a partir de nombres de persona, apodos, apellidos, etc. De este tipo serían Eguaras, Barandalla, Barrena, Sagasti, Leoz, Otxoa (Valdeochoa), Zalduendo, por citar algunos)
29.- En el resto de la Ribera se entiende que también tuvo que existir cierto grado de bilingüismo a tenor de la antroponimia euskérica que aparece en los documentos, por ejemplo en el Cartulario de Fitero del S. XII: Ama Semena, Garcia Ocharra, Johanes Guchia, Sancio Moza, Semen Zabata...
Yo he estudiado el Libro de monedaje de Tudela, de 1353 en el que aparecen:
Hipocorísticos como Petrico, Mielco, Martico, Johanico, fillo de Garcia Sanchiz [de Yereiz clamado el Nauarro]
Sobrenombres Garcia Çuria (Ablitas) y tal vez Çahadia Çuri, judío de Corella, con zuri “blanco/a”; Pascoal Ezquerra (Fustiñana), Per Ezquerro (Cintruénigo), Semen Ezquerro (Arguedas) y Mahoma Ezquerro, moro de Ablitas, con ezker “zurdo/a”; Rodrigo Abarqua (Cortes), Sancha d´Avarqua y Theresa d´Avarqua (Ribaforada), de abarka “calzado rústico”; Elvira la Çurra en Buñuel (cf. en Artajona Sancho Çurra y Pero Surra en 1330); Miguel Mocharro y Garcia Gometça (Arguedas), Garci Cazcarro, Pero Çantarron y María la Choquina (Corella), Garci Barrena y Toda Barrena (Valtierra)…
Entre los gentilicios resulta curioso la abundancia del apelativo Navarro que yo interpreto que tiene un sentido sociolingüístico y que sería equivalente a “vascongado”. ( Así Maria la Navarr (Cortes) Mari Navarr (Ribaforada), Maria Navarr (Cabanillas). Entre los moros de Ribaforada Audella Navarro, Alhag de Navarro, Yuçe Navarro, Mahoma Navarro, Ybraym Navarro, Hamet de Navarro. En Cascante Gil Navarro y Miguel Navarro, y entre los moros Mahoma Navarro e Yça Navarro. Existe Sancho Navarro (Monteagudo), Pero Navarro (Cintruénigo), Garçi Navarro, Johan Navarro y Domingo Navarro (Corella), Miguel Navarro (Araciel), García el Navarro y Garcia Navarro (Cabanillas), Johan Navarro y Martin Navarro fijo de Pero Navarro (Fustiñana), Pero Sanchiz Navarro, Johan Navarro y Domingo Navarro fillo de Lop Navarro (Arguedas).) Aunque llama la atención que varios “moros” atendieran a esta característica
En otros documentos aparecen más apelativos euskéricos. Son significativos, por la personas que lo portan, Caparra, apodo de Juce Evenemir, judío de Tudela, y Mahoma Ocharra que era jurado de la aljama de los moros de Tudela en 1309, en quien vemos el nombre vasco medieval Oxarra, bien documentado en Navarra (ozar 'perro, 'arrogante, desabrido').
30.- Puede ser ejemplo de cierto continuum histórico el hecho de que ballesteros pirenaicos defendieron de forma destacada las tierras y castillos meridionales durante la Edad Media. Esta es una noticia de las guerras con Castilla de 1429-1430. En ella vemos a los pastores y ballesteros roncaleses, salacencos y aezcoanos defendiendo los castillos de Los Arcos, Sesma, Cortes, San Adrián, Milagro, Cárcar, Villafranca, Cadreita, Corella (que ayudaron a reconquistar), Mendavia, San Vicente, Briones… 

Christoph Weiditz "Aldeano vasco en armas, del siglo XVI"
(¿En qué idioma se entendían con los vecinos de estos pueblos?)

31.- Este bilingüismo debió pervivir durante siglos. Peio Monteano ha trabajado también sobre este tema. Aquí mencionré unos pocos datos:

En un proceso contra López de Zamora, protoalbéitar de Navarra, vecino de Tudela, en 1535, un testigo de Tudela dice. «…algunas veces hablando con bascongados le ha visto tener persona que le declarase en romance lo que el bascongado le decía por no poder entender de otra manera…»; y otro  «…suele buscar un intérprete para que le declare y le diga lo que quiere…»

Es muy conocida la elegía en euskera de Joan de Amendux (Hemen natza ortzirik... ca. 1568) Sabemos que pasó su infancia y adolescencia en la Ribera bajo la tutela de un primo suyo, Joan de Osés, alcalde de Valtierra en 1577, y aún así mantuvo su euskera materno y fue capaz de escribir una poesía de gran calidad.

En un proceso en referencia al alcalde de Arguedas, de 1625por un conflicto con pastores roncaleses un testigo dice que “ el dicho alcalde salió al encuentro a ver lo que querian los roncalesesy ablando algunas razones queste testigo no las entendió por estar algo apartado y hablar bascuenz y vió que uno de los roncaleses le perdió el respeto…»
 
(Algunos roncaleses también debían ser bilingües porque a un aguacil que acudió a la pendencia gritando "téngase al rey, ayuda al rey", respondían "qué rey, aquí no conocemos rey" y a esto le tiraron de pedradas…)

32.- No quisiera terminar sin hacer una mención de recuerdo y homenaje a Joxemiel Bidador (1970-2010), que tantas páginas nos dió de investigación fecunda sobre el euskera.
 
En la Revista Principe de Viana se reuniern sus trabajos relacionados con la Ribera de Navarra. El mejor homenaje es, desde luego, leerlo.

 ● Erriberako euskalaritzaren historia / La historia de la vascología de la Ribera

► Ribera de Navarra y euskara, siglo xx. Historia de un encuentro insoslayable
► Los académicos de la Ribera: Peralta, Iribarren y Garde
► Obra histórico-literaria de Juan Pascual Esteban Chavarría
► Obra histórico-literaria de José Joaquín Montoro Sagasti
► Eusebio López: impresor y vascófilo lodosano

Príncipe de Viana
Año LXXVII • nº 264 • enero-abril 2016

2019/04/16

ARQUEOLOGÍA, LENGUAS Y DISCURSOS SOBRE EL EUSKERA

Korrika 2019 a su paso por Tudela

Siempre he pensado que la cultura unía a las personas y que la política las separaba, y que está bien que así sea. No es más que una intuición, o un deseo, o simplemente una manera de ordenar el/mi mundo. En el ámbito cultural la confrontación de ideas es la condición, el método, el camino en la búsqueda de una verdad compartida que nos haga más comprensible el mundo. En el ámbito político el debate de ideas es el escenario de una confrontación de los intereses de los diversos grupos sociales, grupos de poder, instituciones, etc., que conforman la sociedad. La calidad democrática se mide precisamente por esta capacidad de oponernos los unos a los otros, sin que se rompa la convivencia, claro.

Necesitaba esta pequeña diserción para explicar que afronto las ideas que a continuación expondré en este post restringiéndome al ámbito cultural. Cualquiera se da cuenta que a veces, o muchas veces, los discursos culturales están impregnados de política. Seguramente es inevitable que en cualquier discurso se instile la ideología de quien lo produce, pero podemos, creo yo, hacer un esfuerzo por priorizar uno de los dos polos.

Viene esto a cuento de que ha caído en mis manos un artefacto cultural denominado desolvidar producido por Patxi Mendiburu. Se trata de un blog, que no sigo, pero del que me ha llegado noticia a través de estas vías modernas llamadas grupos de facebook. En concreto lo que ha llamado mi atención ha sido una entrada publicada el 6 de abril de 2019 intitulada Necrópolis musulmana de Tudela (DN). Consiste esta entrada en la transcripción de un artículo publicado en Diario de Navarra, que nos informa del reciente descubrimiento en Tudela de más de cien enterramientos realizados según el rito musulmán, datados provisionalmente  entre los siglos XII y XVI. Descubrimiento arqueológico extraordinario, de gran interés científico y cultural, que a bien seguro nos permitirá conocer mejor el pasado de Tudela y la Ribera. Se incluye también el anuncio de una conferencia organizada por la Asociación Cultural Doble 12, que impartirá en Tudela el profesor de la Universidad de Navarra Javier Andreu Pintado con el título Hablan las piedras Navarra ¿tierra de los Vascones? Estos dos elementos van precedidos de una entradilla que dice literalmente lo siguiente:

A pesar del empeño de algunos (proceso de 1535 contra el nombramiento del protoalbéitar López de Zamora), el vascuence nunca fue lengua natural en Tudela, sino forastera (trashumancia, almadieros...).

Por el contrario, Tudela vivió bajo dominio musulmán varios siglos. Veamos el reciente hallazgo de la necrópolis musulmana. Las piedras y los huesos, señores de la Corrica, hablan, y no precisamente en euskera”.

Lo más llamativo de este texto  es precisamente el paratexto que incluye, esa apelación, esa llamada de atención que hace a los “señores de la Corrica”. Pasaré por alto si ese “señores” incluye a las señoras, a los y las adolescentes, etc. Más díficil de desatender es la grafía utilizada para nombrar un evento que sus organizadores denominan, siguiendo las normas ortográficas del euskera estándar contemporáneo, Korrika. Una lectura quizás extrema de este desprecio del discurso del otro nos llevaría a pensar que estamos ante lo que se denomina últimamente hate speech. Apoyaría esta lectura la concomitancia con los discursos vehiculizados estos días por representantes de  partidos del Bando nacional denostando esta expresión de cultura y movilización popular de apoyo al euskera organizada por AEK. Pero he dicho que no quería salirme del ámbito cultural y, por tanto, eludiré estos extremos para centrarme en el comentario de las afirmaciones sobre tema histórico y lingúístico  vertidas en el citado blog con las que discrepo. Sin negar, por supuesto, la emoción que siento cada vez que participo, junto a los míos, en la Korrika.

Dice Patxi Mendiburu:  “A pesar del empeño de algunos, el vascuence nunca fue lengua natural en Tudela, sino forastera”. Y remite a otra entrada del blog titulada ¿Se habló vascuence en Tudela? en la que se discuten los argumentos a favor del sí a dicha pregunta que se basan en los testimonios aportados por testigos tudelanos en un proceso de 1535 contra el nombramiento del protoalbéitar López de Zamora. Este testimonio documental es importante, aunque no el único, de la presencia del euskera en la Ribera de Navarra en siglos pasados. Mi conocimiento de estos testimonios se basan en lo escrito por Teófilo Echeverría  Belzunegui en la introducción que él mismo preparó de la edición facsímil del Libro de albeitería de Pedro López de Zamora, que había sido publicado en 1571. Es un libro que está disponible para quien le interese en varias bibliotecas de la Red pública de Navarra. Como ya algo traté este tema, repito lo que escribí en 2002: 

"Un proceso de 1540, incoado a partir de la resistencia de los albéitares (veterinarios) y herradores del Reyno de Navarra al nombramiento como Protoalbéitar (Inspector Veterinario o algo así, diríamos hoy) de Pedro López, natural de Zamora y establecido en Tudela, en el que los testigos consideraban un inconveniente para su entendimiento normal con la gente, particularmente con los trajineros y mulateros, el que el tal Pedro López no hablaba el euskera ni lo entendía, y he aquí lo que declaraban cuatro testigos de Tudela:

"no era bascongado... y la mayor parte del Reyno es bascongada"

"por ser castellano como es, no sabía bascuence porque no es dado el bascuence a los castellanos"

"algunas veces hablando con bascongados le ha visto tener persona que le declarase en romance lo que el bascongado le decía por no poder entender de otra manera"

"suele buscar un intérprete para que le declare y le diga lo que quiere o ha menester y que en ello pasa trabajo y que por ello se olgaría mucho de saber hablar bascuence para dar recaudo a los que van a su casa"

A Tudela, pues, llegaban arrieros euskaldunes monolingües que se entendían con el veterinario castellano a través de vecinos de Tudela que conocían ambas lenguas".

El historiador Peio Monteano ha dedicado varios libros y artículos al estudio de la sociedad navarra del siglo XVI incidiendo en la realidad lingüística de aquel momento. No haría falta recordar  El iceberg navarro. Euskera y castellano en la Navarra del siglo XVI (2017) o 'Vascos' y 'franceses' en la Tudela de mediados del siglo XVI (2005), completados con el reciente La lengua invisible. El euskera en la Corte y en la Ribera de Navarra en el siglo XV. De sus investigaciones Monteano deduce que en el siglo XVI más del 80% de los navarros hablaba euskera y que más de la mitad de la población desconocía el castellano. ¿Y en Tudela? El citado pleito y otros datos aportados por Monteano documentan que existía una comunidad euskaldún bilingüe que servía de mediadora entre 'bascongados', o sea euskaldunes monolingües (mulateros, arrieros, etc., o nuevos llegados a Tudela, según la interpretación de Jimeno Jurío o la mía), y monolingües castellanos como López de Zamora. Y esta población bilingüe no era solamente población dedicada al pastoreo o la trajinería.

En otras ocasiones ya he mencionado el caso de Juan de Amendux, que es el primer poeta de quien se conserva una elegía en euskera datada en 1564, que aunque nacido en Pamplona, pasó su infancia y adolescencia en La Ribera donde aprendió a leer y escribir, en Tudela. Juan de Amendux era hijo de un cirujano pamplonés de origen bajo-navarro. Quedó huérfano en 1548, y fue puesto bajo la tutela de un primo suyo, Juan de Osés, cirujano, vecino de Valtierra. En un documento de 1553 se dice de él: “Juan de Osses vezino de Baltierra y natural de esta ciudad dijo era descendiente de la casa de Vidarte de la tierra de Osses en la Vaxa Navarra que era solar de nobleza y le correspondía la misma esempcion lo que se mandó así”. Y en un documento de 1577 se le nombra como “Joan de Oses alcalde de la dicha villa por su magestad...” En el mismo documento de Valtierra aparecen estos otros nombres de persona: Joan de Leçaca, Joan de Agerre, Fco de Baigorri, Joan Abarca, Pedro de Arbizu, Salvador de Arraiz, Miguel de Aybar, Joan Zapata, Miguel de Añorbe, Juan de Ororbia, Joan de Echague, Pedro de Atondo,... En el siglo XVI el alcalde de Valtierra era euskaldún. Podemos decir pues que las gentes vasco-hablantes de la Ribera se distribuían por todos los estratos sociales.

No se debe considerar en todo caso el tema de la trashumancia como un fenómeno banal. El contacto milenario entre gentes pirenaicas y ribereñas es lo que se llama un fenómeno histórico de longue durée, que no ha sido suficientemente estudiado, pero que en mi opìnión es determinante para explicar muchos sucesos de la historia de Navarra. Pensemos por ejemplo porqué durante siglos los castillos ribereños estuvieron defendidos por ballesteros roncaleses.

Desde el siglo XII, fueron llegando a la Ribera Tudelana gentes euskaldunes del resto de Navarra y otros territorios 'bascongados'. También por supuesto de regiones romances. Y esta, la romance, era la lengua mayoritaria. Según una Crónica de Aragón escrita por el arzobispo Hernande de Aragón y Gurrea en 1555 el río Aragón hacía de frontera entre el euskera y el aragonés, y así el euskera era el idioma propio de Sangüesa, mientras que el de Sos era el aragonés, empleándose este romance también en las localidas navarras del margen oriental de ese curso fluvial, como era el caso de Tudela: "Sangüesa vizcaíno, Sos aragonés, y assí hasta Tudela hablan aragonés, aunque a mucho tiempo están por Navarra".

En todo caso no creo que se pueda afirmar como se hace que el euskera fuera en Tudela una lengua  ajena, extraña o forastera. Es díficil establecer unos porcentajes, pero basándonos en los trabajos de Peio Monteano, Esteban Orta y otros se puede afirmar que la comunidad euskaldún en Tudela y la Ribera suponía en el siglo XVI no menos del 20% de la población.

Por otra parte no encuentro sentido a la expresión 'lengua natural de Tudela'. ¿Cuál puede se esa lengua natural? El latín que llegó de Roma, el árabe que llegó del Oriente Medio, el bereber de África, la lengua mozárabe que se habló antes de la conquista de Tudela por Alfonso I hace 800 años, el romance aragonés que se habló hasta el siglo XVI, el romance castellano, el último en llegar? Lenguas naturales son todas, incluso el inglés que hoy se estudia con tanta fruición en los colegios tudelanos. Se podrá hablar de lenguas mayoritarias y minoritarias en cada momento histórico, pero no de lenguas naturales y no naturales.

No creo que la afirmación de que "Tudela vivió bajo dominio musulmán varios siglos" le coja por sorpresa a nadie. No es algo que nos haya descubierto "el reciente hallazgo de la necrópolis musulmana". Es un hecho histórico y de capital importancia para la historia lingüística de Navarra, sin duda. Se ha escrito mucho sobre este periodo, sobre los Banu-Qasi por ejemplo, y seguro que todavía queda mucho por estudiar e investigar, pero no es cuestión de extendernos sobre este tema. Lo que me importa es recalcar la radical falsedad de la afirmación de Patxi Mendiburu cuando dice que "las piedras y los huesos hablan, y no precisamente en euskera".

Que las piedras hablan lo saca del título de la conferencia de Javier Andreu Pintado de la que hace publicidad. Sobre esto puede verse lo que he escrito en el post ¿Es Vasconia la tierra de los navarros? Las piedras, a veces, son un material en el que se nos transmite escritura. La escritura no es algo natural como decíamos de las lenguas. La escritura es un fenómeno complejo cultural y social, muy reciente en la historia de la humanidad, y más aún por estas tierras, que hay que saber leer y entender (faceta cultural) y que hay que saber ubicar e interpretar (faceta social). En algunos casos se podría decir, como tropo literario, que las piedras hablan, aunque en el contexto en que lo utiliza Javier Andreu creo que transmite un mensaje engañoso.

Que los huesos hablen, y este es el quid de la cuestión, la clave del discurso de Mendiburu, me parece un sinsentido extremo. Cierto es que del estudio científico de esos huesos inhumados en Tudela según ritos de enterramiento islámicos se puede obtener una importante información histórica. Cada vez son más importantes los estudios géneticos para el conocimiento de diversos aspectos de nuestro pasado como la movilidad o la dieta de las poblaciones. Sirva de ejemplo un reciente estudio de la investigadora Iranzu Guede sobre cómo se vivía en la Edad Media en el Norte Peninsular. Pero saber qué lengua hablaban aquellas gentes, del estudio de los restos óseos hallados, no está, que yo sepa, al alcance de nadie.

Para estudiar la historia lingüística se requiere de otros cauces. De cauces documentales. Uno puede ser el estudio de la Onomástica, el estudio de los nombres de lugar y de los nombres de persona. Un pequeño trabajo mío intentaba explorar este camino, dentro de sus limitaciones, Antroponimia medieval euskérica en la Ribera Tudelana. Perdón por la auto-cita, pero creo que las conclusiones de aquel trabajo vienen bien para resumir mis ideas sobre este tema:

"En conjunto, el estudio de la antroponimia medieval en la Ribera nos permite vislumbrar la existencia en esta comarca de una comunidad euskaldún, dato que por otros estudios podemos ampliar hasta la Edad Moderna. Aunque en principio se pueda afirmar que esta comunidad euskaldún tiene su origen en un proceso de repoblación con gentes navarras a partir de la conquista del Valle del Ebro, además del aporte humano y lingüístico propiciado por la ocupación de amplios territorios para la ganadería transhumante por gentes de la Montaña, tampoco se puede negar la posibilidad de una perduración del euskera autóctono durante los siglos de dominación musulmana, y en este sentido parece que hablan los datos que aportamos. El mantenimiento de la lengua y la cultura bereber en el Magreb, inmersa en el mundo árabe, podría ofrecernos un paralelismo con la situación que se viviera en aquellos siglos, aunque en nuestro caso también debemos suponer la perduración de un sector de población de habla latina o romance que contó también con aportes poblacionales de comarcas que hoy forman parte de Aragón. Sin duda desde época antigua la Ribera ha sido un crisol de culturas".

Crisol de culturas